martes, 6 de octubre de 2009


El llanto de los purretes susurros, en la oscuridad de miedo, de odio escucho su odio por lo que les hice, el odio tiene sonido, suena a gritos incrustados en mi cabeza, oigo el sonido de la debilidad murmullos atormentados, su voz suave y rasposa la primera vez que me dije papa, su voz suave y rasposa, cuando me dijo no puedo odiarte, todas esas voces y sonidos en mi cabeza se van alejando, desapareciendo, acallándose, y solo queda el sonido del silencio.

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